miércoles, 10 de agosto de 2011
Remordimiento
Triste sentir de un prisionero
encerrado en esa carcel
que es el tiempo,
condenado a no resurgir,
ese recuerdo lo acusa
con implacable justicia
en el tribunal de la vida,
el más cruel y despidiado verdugo,
el que te ata al yugo,
el que te desmorona,
aquel que puede ser tirano
aunque sea de uno mismo,
tu le diste el poder
aquél que un día le quitaste,
viene con aires nuevos, reforzado
por que el tiempo siempre es
nuestro juez más implacable.
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Hola Rosi,mundo implacable aquél en el cuál no existen ni jueces ni verdugos,dónde el tiempo pasa a ser mero pasatiempo en manos del destino...
ResponderEliminarGracias, buen día fiscal acusadora...besos trovadores....
Cierto, nada escapa al paso del tiempo, incluso pone a las personas y las cosas en su sitio.
ResponderEliminarMuy bueno tu poema.
Besos
Jajajaja don vito, reconozco que me he reido con tu última frase, fiscal acusadora aunque lo de besos trovadores suena bien, muy romántico.
ResponderEliminarEl tiempo siempre es un pasatiempo en manos del destino, unas veces juega a nuestro favor y otras en contra.
Muchos besos.
Hola María si, el tiempo da o quita razones.
ResponderEliminarBesos.
Que sepas que me sale en la lista de lectura otra entrada tuya y luego vengo aquí y está el hueco (manda a los fantasmas de vacaciones).
ResponderEliminarBesos
Hola Rosi: He intentado dejarte este comentario de forma privada y no encontré la forma. Entonces me tomo el atrevimiento de hacerlo por tus comentarios. he leído que estás asombrada de que la Iglesia no done dinero para los pobres del mundo. Te cuento, no se que sucede en otras partes del mundo pero si en los paises sudamericanos. En mi país; Argentina, la iglesia mentiene escuelas de formación GRATUITAS, para adolecentes y mayores que deseen formarse dignamente en un oficio. En B. Aires como en otras provincias hay pobreza y mucha, estan lo que llamámos Villas miserias. La única que entra a asistir con ayuda material y alimentos es la Iglesia. También mantienen comedores gratuitos donde asisten niños y muchas veces sus familias.
ResponderEliminarQuise que sepas esto, tal vez no lo sabías y es bueno que también se cuente lo bueno que se hace, donde los gobiernos de turno no llegan, por ejemplo la provincia de Formosa, estan grupos de monjas educando a las madres y dando de comer a los niños. Perdón por molestarte, un beso.
mariarosa
Oh, tiempo cruel que en verdad nos aherrojas a tu yugo impacable, sólo la poesía puede un poco atemperar su ley.
ResponderEliminarMuy bonita poesía, Rosi
Saludos blogueros
El tiempo se va encargando de poner cada cosa en su lugar,
ResponderEliminarfeliz fin de semana.
¡Ay María! los fantasmas blogueros campan a sus anchas por ahí, yo también los he visto por otros lugares.
ResponderEliminarBesitos.
Hola Mariarosa, no te preocupes, no me has molestado en absoluto.
ResponderEliminarNo dudo que haya sectores eclesiásticos que ayudan a los más necesitados. Mi comentario iba dirigido más bién hacia los más altos estatutos de la iglesia donde la riqueza está presente hasta en los pasillos. Era un comentario relacionado con la visita del papa a España que como representante y cargo supremo de la iglesia quizá debería aligerar un poquito la carga del patrimonio y utilizarlo para lo que se predica.
No se puede estar viendo a diario niños famélicos, madres con los pechos secos, personas muriendo de inanición y sed ... .
¿Por qué en vez de tanta palabra no se pasa a la acción?.
Esa gente necesitan pozos con los que abastecerse y con los que podrían empezar a cultivar tierras con las que alimentarse sin tener que acabar tirados en un camino sin que nadie pueda hacer nada.
Se podría hablar muchísimo de este tema, yo todavía no puedo quitarme de la cabeza a esos dos niños que se arrastraban por el suelo sin fuerzas ni para levantar la cabeza.
Besitos y vuelve cuando quieras.
Hola Jose Antonio, muchas gracias por tu amable comentario. El tiempo siempre es implacable ¡y que rápido pasa!.
ResponderEliminarBesos.
Hola Ricardo, el tiempo siempre es juez por que antes fué testigo.
ResponderEliminarFelíz fin de semana.
El tiempo como aliado o verdugo, túnica o mortaja, al final cada quién decide.
ResponderEliminarUn abrazo y felicitaciones por el bien escribir.
Hola Julio, cada quién decide muchas veces inconscientemente su propia mortaja.
ResponderEliminarGracias y besos.
Cada uno escoge con la cuchara que quiere comer...Felicidades. Un beso.
ResponderEliminarHola Rocio, es cierto aunque también escoge por costumbre y por no probar con otra cubertería.
ResponderEliminarBesos.