sábado, 3 de septiembre de 2011

Remiendos














Cuento las horas que no estuve a tu lado,
saborear el beso que nunca te pude dar,
atreverme a pensar si era lo correcto
para no ahogarme en ese mar de tu mirada
por cobarde perdí el momento
y me dejé batir en retirada.
Que absurdo pensar que siempre fuí tuya
en esa noche que pudo ser de los dos,
el hechizo duró, lo que dura la cordura
y la mañana finalmente acordó
lo que siempre habría de callar.