
Deseo entre sábanas dormidas
puras e impolutas.
Manos que tienen alas
y vuelan al encuentro
palpitantes y temblorosas.
Suspiros anhelantes
de encuentros fortuitos.
Desgarros acelerados
entre sienes plateadas
y experiencias consumidas.
No hay tiempo para más
el último suspiro está por llegar
y sé que tu, ya no vendrás.