lunes, 12 de marzo de 2012

Soportable












Me daba cuenta que mi vida necesitaba de continuos cuidados y dedicación, pero al tiempo era consciente de mi dependencia hacia él. No era felíz a su lado pero lo prefería a la soledad.
Sus besos ya no los sentía como antaño, ahora me molestaban. Ya no deseaba sus caricias , suplicaba porque él no deseara tener sexo y cuando cansado se tumbaba en la cama y se daba la vuelta yo sonreía aliviada.
Diréis que vaya vida ¿verdad? bueno, es la que yo me busqué.
Posiblemente todo comenzó a desmoronarse el día que me di cuenta que aquello que en principio no nos unía porque teníamos gustos diferentes y que no me importaba que así fuera hoy, después de diez años, no lo soporto, nos separa.
Sus reproches tampoco es que ayuden mucho claro, es el típico hombre que piensa que con trabajar y traer dinero a casa es suficiente. Si claro, claro que aún quedan hombres así.
Mi historia emocional ha sido un continuo ir y venir de sentimientos. Nunca supe canalizar el cariño y entrega y así me ha ido. En cuanto veía un chico que me hacía ojitos y me decía cuatro cosas bonitas mi corazón se desbocaba rebosante de amor.
Con el tiempo, me he dado cuenta que soy una mujer sedienta de cariño y a pesar de que se que no estoy con el hombre adecuado, aún me hace reir.