miércoles, 8 de septiembre de 2010

No perdona












Amor pausado,sosegado
con el privilegio de los años,
con la sabiduría de un grado
que no está impostado.
No busco ya ese ansia
que alimentaba mi cuerpo,
me conformo simplemente
con la mano que me asía.
Me gustaría aliarme con el tiempo
para regalarme una trégua,
para brindar por la vida.
Los paseos en estos días
adquieren otros matices,
envolviéndome en sus fragáncias
que me adornan con creces,
en este laberinto de la vida
que ya dió todo de sí.
Tuve suerte en la agogida
y me iré sabiendo que todo te lo dí,
por que la tierra ya ha sido labrada,
los surcos arados una y otra vez,
pero mis líneas se vuelven,
más y más áridas,
ya es hora de partir.