miércoles, 21 de julio de 2010

Mi vida en desdeña
















Jamás sentí el calor de unos padres,sólo fuí el capricho de una señora que deseosa de ejercer de ama decidió ponerme en este mundo.Quizá no fué culpa suya,tal vez a ella tampoco la amaron y necesitó algo que sentir que era suyo.
Mi infancia la pasé entre soledades ignoraciones y gritos.
Mi padre ,bueno,no sé que decir o pensar de él,un buén hombre supongo,que se dejó llevar por un instante de pasión y la factura a pagar fué cuantiosa,perdió tiempo,mucho tiempo.El,quizá estuvo más a mi lado pero sé que fuí un lastre,algo que no le dejó avanzar lo suficientemente rápido,ni cubrir otros horizontes ni proponerse otras metas,ni siquiera,hacer unas maletas.Se vió abocado a sucumbir a un amor que ni siquiera fué cierto y el premio ... YO.
No paraba mucho en casa,al menos desde que soy consciente de ello.Quizá al princípio todo era más fácil pero claro,si no hay base,nada se sostiene y aquí estoy yo intentando explicar la torpedad de mi vida,el no saber por donde ando,el enamorarme y desenamorarme,el ilusionarme y desilusinarme continuamente.
Me pregunto si yo también debería intentar tener un hijo,¿no verdad? casi mejor un perro que dicen que son fieles amigos,que no protestan ni se quejan o no,puede que mejor un pez que además gastan poco y ni siquiera lo sentiría con lo cuál,no tendría que gritarle para que se callase y quién sabe,quizá,hasta me alegrase la vista y consiguiera relajarme con su nadar.Incluso puede que hasta quedase hipnotizada viendo el movimiento rítmico de su cola pero claro,también hay que atenderlo y no sé si estaría preparada.
Es que nadie me enseñó como se preocupa uno por otra persona y tampoco como se cuida de un animal,esa señora nunca me dejó tener una mascota,supongo que pensaría que conmigo ya estaba el cupo cubierto.
En fín,creo que por sensatez seguiré esperando,aunque dicen que quien espera desespera pero como en mi vida es lo único que he hecho ,esperar ... .Puede que hasta algún día tenga suerte y encuentre ese pez que me enseñe a llevar las riendas de mi vida o como se acaricia o como se sucumbe a la generosidad de desear el bienestar de alguien más que uno mismo.Puede,que incluso me enseñe eso que llaman besar.
Tendré que agradecer a esa señora lo único que ni siquiera supo que me enseñaba,a tener paciencia.
¡Que remedio,no me quedaba otra!.