sábado, 26 de noviembre de 2011

Rendida












No son ni las 7 de la mañana y la vida comienza como cada día.
¡Levántate!, ni se te ocurra desperezarte, ya sabes que no te apetece.
¡Abre las ventanas! ¡A ver si dejas que entre la luz en esta ratonera!.
¡Vete al baño, anda!, lávate la cara a ver si consigues que algo te estremezca.
¡No, no desayunes ahora! ¿Para qué? no lo necesitas, a ver si así consigues bajar ese pelota que tienes por barriga.
¡Eso!, tu di que sí, no te vistas mujer, ¿para qué? si fueses a tener alguna visita.
¡Ahhh, eso que no falte! enciende el ordenador ¡eh! no vaya a ser que se sienta ninguneado por falta de caricias.
¡Siempre estás igual!, ¿no sabes hacer algo nuevo?. Eres totalmente predecible ¡eres más sosa que .... que yo que sé!. Contigo el aburrimiento está mas que asegurado. Debes de ser la accionista mayoritaria del reino de los bostezos.
¡Anda, mira! ahí, ahí la tienes, no la buscabas, si es ella, 40AÑERA UNA MAS, ya podías parecerte un poquito a ella, siempre alegre, siempre positiva, no como tú, que parece que vas todo el día de funeral, ¡vuelve a ser ella!.
Deberías ver mundo y descubrir que todos nosotros ASI OPINAMOS, ASI PENSAMOS ¡pero tú! ... tú que vas a saber en ese mundo de tinieblas en el que te has sumergido, en esos ESTADOS DE ANIMO del que no quieres apartarte, no vaya a ser que dejen de ser costumbre.
Si abrieras los ojos verías que todo es posible, que FLEXIBILIDAD ES ADAPTACION, que solo tienes que hacerlo por tí. Deja ya de HABLAPALABREAR contigo misma y pasa a la acción.
¡Escúchate y escucha a tu corazón. Deja ya los VERSOS NEGROS que componen tu vida y te dejan SINLATIDOS.
¡Sal de ese círculo vicioso en el que has convertido tu camino, desempólvate y haz algo, lo más valioso, vete LIGERO DE EQUIPAJE no necesitas lastres, solo tu yó que crece cada día.



Gracias chicos y chicas, vosotros que cada día me haceis soñar con vuestras historias, con vuestras opiniones y con las cosas que a mi me gustaría adoptar de cada uno de vosotros.

sábado, 19 de noviembre de 2011

El buen tilo
















Hallábase un tilo
en un jardín escondido
tomando el sol tan tranquilo.
Desperezaba sus ramas,
al compás del viento del sur
cuando a lo lejos divisaba
dos caminantes ufanos.
Llegados hasta su lado
uno de ellos se vió forzado
a descargar sus aguas
en semejante lugar,
y como la costumbre hace vicio
levantó la patita
y liberó sus ganas
regando y calentando
al buen tilo escondido.
Por más que el árbol
intentaba ahuyentarlo
moviendo sus hojas y ramas
el perrito más liberado
y liviano se sentía.
Concluido dicho acto
de evacuación vejigatoria,
acompañada de la menos honrosa
aunque también necesaria
evacuación intestinal,
prosiguieron su camino
los despreocupados villanos,
dejando al buen tilo
con las ramas quebradas
de humillación y descortesía.
Viendo y temiendo a lo lejos
su nuevo destino,
porque trás esta terrible ofensa
por el camino venían
nuevos clientes en fila
para tambien proceder
a su evacuación ignominiosa.

sábado, 12 de noviembre de 2011

Retroceso











¿Por qué vuelvo al pasado una y otra vez?. ¿Por qué si ya no tengo más lágrimas?. Me doy mil y una explicaciones pero ninguna me consuela. Sigo haciendo lo mismo.
Las madrugadas se han convertido en mis aliadas, me acompañan en mis noches de insomnio. Hacen que en mi cabeza pasen como una película los recuerdos que se aglutinan en mi mente. Soy mi propia enemiga. Me hago daño sin poder evitarlo.
Mi cuerpo va por un lado, mi mente vuela libre y me devuelve al dolor de mi corazón. ¿Y para qué? si ya no tengo lo que me pueda aliviar, la humedad de mi mirada pasó a ser estática, inerte.
Quiero gritar y no puedo, debo reprimir lo que siento, debo acallar mi boca, mi garganta, mi voz.
Ya no encuentro sentido en el nuevo día. La lluvia ya no me moja, el sol no calienta mi piel. Mi vida gris se vuelve negra, como un pozo sin fondo donde caigo y caigo.
Quizá encuentre el desahogo en el sitio menos esperado o quizá debería dejarme caer hasta el fondo del pozo, puede que ahí encuentre el descanso que necesito.

viernes, 4 de noviembre de 2011

El secreto de María













Su nombre no es María pero su historia es tan real como la de cualquiera de nosotros.
Su vida transcurría tranquila,vivía plácidamente en su pisito de dos habitaciones. Antes vivía en una amplia casa de cinco dormitorios, dos cuartos de baño, enorme cocina, un salón comedor que era la envídia de muchas de sus amistades, garaje y un pedacito de jardín con vistas a la montaña de Monte sueve.
María era felíz con su vida. Se había quedado viuda hacía 8 años y gracias a su marido le quedó una pensión digna, vamos que para ella sola no necesitaba preocuparse del dinero, aunque tampoco derrocharlo.
Cuando su marido murió la casa se le quedó demasiado grande y decidió venderla repartiendo el dinero entre sus hijos,
Sus hijos, cinco en total, ya eran mayores y cada uno tenía su vida y su trabajo, no eran trabajos de millonarios pero si para vivir, pero la vida tiene a veces esos reveses y lo que nadie esperaba sucedió.
Uno de sus hijos, el mediano, quiso comprarse un piso más amplio ya que la llegada de gemelos hizo que el pisito que ocupaba con su mujer y sus hijos se le hiciese pequeño, el dinero que le había dado su madre le ayudaba en algo pero no en totalidad, necesitaba un préstamo y un avál. María no dudó en ayudar a su hijo y avaló con su piso la compra de la vivienda. Nadie hacía presagiar lo que ocurriría cinco meses después.
En la empresa de su hijo mediano hubo recorte de personal y echaron al paro a cinco personas, las cinco últimas que se habían incorporado y le tocó a él. Los problemas se acrecentaron con el paso de los meses, el paro no daba para mucho y mucho menos para seguir pagando el piso que su madre avaló con lo cual el banco ejecutó el embargo. María se hizo cargo de su hijo y su familia pero la pensión de ella, no daba para tanto y la falta de trabajo hizo el resto. El piso que ella tenía, el que se había comprado no daba para todos, era demasiado pequeño para tantas personas y no hubo más remedio que alquilar uno, que evidentemente pagaba ella, empezaban a malvivir pero tenían que seguir luchando. El trabajo no aparecía y el paro se iba agotando. Por si esto no fuese suficiente, otro de sus hijos, el mayor había avalado a su vez a un amigo que cuando vió que no podía pagar desapareció sin dar explicaciones ni dejar huella. María se lo llevó a su casa pero el dinero no daba más de sí y aunque sus otros hijos echaban una mano, el dinero no llegaba, sobrevivían todos con 350 euros, que era lo que les quedaba despues de hacer los pagos mensuales correspondientes para poder comer, así que un día, despues de mucho pensar y sin decir nada a nadie decidió tomar un tren, se plantó en un lugar que estaba a 80 km de su casa y decidió maquillar su sonrisa.
Nadie hubiese dicho a que se dedicaba puesto que su aspecto era la de una mujer mayor normal y corriente, su vestimenta, una camiseta holgada, unos pantalones vaqueros y unas zapatillas en las que se veían claramente el rastro de sus juanetes pero la quietud de su cuerpo, el no ir a ningún lado la delataba.
Se apoyó en una de las paredes de cualquier parada de autobús y sonrió al primer anciano que pasó con ganas de sexo barato y muy paciente.
Sus ojos hoy se llenan de triste gratitud hacia aquel primer hombre que pagó su "amor", fué el que mejor la trató.