viernes, 29 de enero de 2010

Tacita a tacita
















Doña taza posada en la mesa
vigila con descaro.
Su oronda figura,
me mira de frente,
con el brazo puesto en jarra...
desafiante.
Echa un pulso conmigo
a ver quién se cansa antes,
si ella se enfría
o yo me lo bebo.
Se ríe abiertamente
y con esa boca grande,
engullirme parece,
apuesto a que si la dejara,
bién que lo haría
¡buena es ella para eso!
No hay quién le cierre la boca
diciendo la ultima palabra,
siempre se queda con algo de lo vertido.
Egoista y caprichosa,
para nada generosa,
lo hace,por que no le queda otra.

Aprovecha tu ida
















Te has ido,
te llevaste mi optimismo,
volviendo los dias,
del color de mis ojos.
La angustia se apodera de mi ser,
crezco mil años de golpe,
me enfrento al abismo de la soledad
y caigo ... caigo ... caigo.
Ayúdame,
dame un poco de sosiego,
experimenta la sonrisa de nuevo,
necesito dejar de sufrir.
Defínete,
acomete tus dudas,
y no mantengas el vilo
de tus desengaños.
Restablécete,
persigue tus sueños,
cumple tus promesas,
no nos tengas más en vela.
Sosiégate,
al fín has hecho lo que has querido,
aunque te sientas abatido
ya lo has decidido.
No me vapulées,
deja tus males
detras de esa puerta.
No me mancilles,
recuerda el nombre que me diste,
por que es algo sagrado.
Confórmate,
la segunda oportunidad en tu vida,
se aposenta en otra piel.
Aprovéchala
y dale lo que a los tuyos,
no les supiste dar.