viernes, 9 de julio de 2010

Supresión
















Sus ojos denotan amargura,
¿dónde voy a ir? se decía.
Anulada y transtornada
no veía que hay otro mundo fuera,
ya se había encargado de que así fuera,
ese que tanto la "amaba"
ese que sin él no sería nada,
el que se lo dió todo,
el que de promesas la llenaba,
el que su cuerpo lastimaba
y luego,ella perdonaba.
El círculo vicioso la envolvía
haciendo su realidad el día a día,
maquillando su alma de sonrisas
cuando la calle pisaba.
La que torpe se disculpaba
por patosa,por despistada,
la que sus ojos delatores le atormentaban
y su cuerpo dolorido la acompañaba.
Ni una sola queja salía de su garganta,
ahogaba el grito en silencios
en miedos por no saber hacer nada,
por pensar que moriría
si salía de su casa,
el techo que la cobijaba,
esa cárcel que ella de oro recubría,
hasta que él llegaba y de nuevo,
la agonia comenzaba.