
Nadando entre tus labios,
en esa humedad constante
que provocan mis deséos.
En ese río caudoloso
que no se puede controlar,
que es salvaje,agreste.
Me dejo llevar por su corriente
donde el quiera,
cuando lo desée.
Siempre esperando el momento
en que decida hacerme presa,
envolverme en sus turbulencias,
agitarme.balancearme, ...
aunque siempre me devuelve a la orilla.
Le gusta jugar conmigo
tenerme ahí,esclava de sus antojos
cuál niño caprichoso
que sabe que se saldra con la suya.
Soy obediente
por que ya no soy yo,
soy la esclava que sumisa
subyugo a sus deséos.
soy la mujer complaciente
que siempre espera en la orilla.
hola, cuidado con la sumisión, nos aleja de la libertad individual, imprescindible para conseguir la utopía conjunta.....buen día, besos
ResponderEliminarCierto,pero todos en un momento dado somos sumisos de nuestros propios sentimientos.
ResponderEliminarBesos
Los sentimientos tampoco pueden convertirse en cadenas que impidan nuetra libetad, un beso
ResponderEliminarAsí debería ser pero .... ¿cuantas veces hemos sido débiles hemos cedido,hemos dado oportunidades ?.... yo creo que todos en algún momento somos débiles y lo que es peor a veces hasta marionetas.
ResponderEliminarGracias por tu comentario,un beso y bienvenida.