jueves, 21 de enero de 2010
Tu aroma se perdió en el tiempo
Cáe la noche
y con ella me derrumbo,
los recuerdos empiezan a agolparse,
vienen a inquietarme.
El insomnio se apodera,
de mi cuerpo estremecido,
mis ojos son fuente
que no se adormece.
Vuelan mis pensamientos
posándose en otra alcoba,
me retuerzo de dolor,
nada acalla mi clamor,
mi pesar es más hondo
y hace presa en mi alma.
Me arropo en tu aroma,
que ahora es mi compañera,
es la unica que calma,
mi sumiso conformismo.
Despierto abrazada a tu fragancia,
es sólo ambiental ...
tu ya no estás.
Tu presencia se evapora
con el paso de los días,
el dolor abrió puerta a la costumbre,
ya no dueles en el alma,
ya te has ido para siempre.
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