miércoles, 30 de diciembre de 2009

En el impás de la espera
















Pecho que palpita,
sometido a tus caprichos,
son palabras que me anulan
por que siempe son las mismas.
Adolece el cansancio
que no es más que la ausencia,
de deseos contenidos,
por lágrimas sustituidos.
Es el sino de mi vida,
aceptada en voluntad,
más involuntaria que tolerada,
el destino consentido.
Lotería es la derrota
que me impongo por castigo,
por que apruebo lo vivido
sin ahondar en lo sufrido.
Entristeciéndose los días
sin encontrar el camino,
que resurjan los senderos
donde amanezcan los deseos.

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