lunes, 26 de septiembre de 2011
Ermitaño
Ermitaño,
sin más patria que mi mente,
sin compañía de gentes vacías,
ya no me atrapa la melancolía.
No quiero más frío ni indiferencia,
ni vaivenes en la inconsciencia,
quiero hilvanar amaneceres
Llenar el aire de sutilezas,
dormir sereno en la noche,
sin temblar nunca más por miedo.
Rehuir tus dulces afanes
que acababan en mi costado
a través de tu mirada furiosa.
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Hola Rosi,cada uno es ermitaño de su propio yo. en el vive, con él cohabita...gracias guapa, buen día, besos negativos...
ResponderEliminarLos cambios han de operarse para alcanzar tranquilidad -principalmente-, dicha y salud psíquica.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola don vito, unos más que otros.
ResponderEliminarBesitos
Julio, aunque sea más tarde que pronto pero que podamos hacerlo.
ResponderEliminarBesos.
Hay que mudarse en ocasiones de la vida que no nos gusta
ResponderEliminarTu a mi si lo haces
Besos
La vida depara muchas sorpresas: ésta es una de ellas. Muy bueno. Abrazos.
ResponderEliminar40 así debería ser siempre, que pudiesemos prescindir de lo que nos hace lastre.
ResponderEliminarMuchos besos.
fgiucich, si hay algo no podemos discutir es que la vida está llena de sorpresas. Yo al menos siempre me las llevo.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu amable comentario.
Besos.